martes, 25 de mayo de 2010

Análisis crítico poema : "La mirada detrás de las palabras"




En este poema la poeta  toma a la sombra como tema. Observa lo que pocas veces es tenido en cuenta. En este caso la sombra es algo que ha pasado desapercibido. La  poeta en la primera estrofa trata de darle cierta materialidad. Los dos primeros versos se refieren a la nitidez de lo inmaterial. No se puede tocar, pero sí ver. Da la sensación de que se está haciendo teoría de la sombra, de su trazo fino. En ese sentido la poeta presenta un efecto físico.

En el primer verso con la referencia al dibujo se sugiere la sencillez, es algo espontáneo porque tiene que ver con esbozo de lo que se percibe. Es una expresión artística más natural, libre que genera un cierto efecto de contraste al pasar al siguiente verso. Las características nítido, negro dan la idea de una opacidad que brilla es la función que produce la sombra para entretener al público contemplativo. El muro se erige como un proyecto de una naturaleza que se capta en su esencia. No sólo se miran las ramas sino su sustancia, lo que recuerda a Platón y su caverna porque se sugiere el no dejarse engañar por las sombras de lo visible, sino que más bien mirar el verdadero significado de lo que se percibe a través de su sombra, es el desdoblamiento de la realidad. En cierto modo se propone un reflejo con el que se muestra una nueva forma de entender la realidad. No sólo se trata de mirar la simple rama, también es ir más allá  para captarla en su totalidad.

En la segunda estrofa se da lugar a un detenimiento que presupone el no mirar por mirar sino que ahora hay una observación consciente. Hay una mayor consciencia del mundo en el que se está. Los ojos están volviendo a explorar al mundo, lo recorren en su totalidad. La poeta hace sentir al lector partícipe del poema al decir nuestros ojos. Está llevando a cabo un trabajo conjunto. Se refiere a un solo movimiento en la quietud porque se trata del movimiento de la vista. Los ojos están volviendo a conocer todo, lo han desautomatizado para verlo en su inmanencia. Miran miles de veces porque no hay un en sí de las cosas, miran las miles de perspectivas que puede desplegar cada objeto para así construir nuevos significados mucho más profundos. A la vez, los ojos son los que reconstruyen la imagen. Es interesante que las ramas sean reconstruidas en el muro, lo que indica una nueva mirada del mundo. Captar las ramas de este modo significa sacarlas de su cotidianidad. La poeta describe un movimiento que traza una nueva percepción del mundo.

Cabe destacar que la poeta se vale de un lenguaje muy limpio, en el sentido de que no recurre a figuras retóricas. No se encuentran metáforas ni símiles, por ejemplo, se trata de la búsqueda de la palabra justa. Se evidencia un trabajo con el lenguaje a través del cual ella produce imágenes en cada estrofa. También maneja un ritmo, a través de los puntos y comas marca la velocidad con la que los ojos recorren el muro. En esta estrofa se ha propuesto una mirada global cuando los ojos están en movimiento y una mirada particular cuando los ojos se detienen a contemplar cada parte de las hojas proyectadas en la pared. Es muy importante el hecho de que el muro sea blanco porque remite a una usencia que presupone el juego de lo visible y lo invisible. El muro se convierte en la gran pizarra de realidad, es un sustrato.

En la última estrofa con el primer verso se trae la necesidad del recuerdo, lo que evidencia, una vez más, la necesidad  de eternizar la imagen. De no inscribirla dentro de la rutina, sino  que se busca que cobre un nuevo significado. Luego, a partir del siguiente verso, se advierte cómo la naturaleza se presenta como puro movimiento, puro cambio. Se asoma la presencia de lo futuro a través de las pequeñas ramas que se aprecian. Gracias al detenimiento en la sombra de las hojas se comienza a notar su cambio.

En la tercera estrofa se logra combinar sonido con imagen, en este caso une lo caótico que puede generar una conversación en la que todos desean hablar con la violencia con la que son movidas las hojas por el viento. Se ha generado la tensión de lo confuso. Muestra la manera en como una sombra puede alterarse a causa de un factor externo, lo que refuerza la captación del instante. La poeta captó el instante del reflejo de una quietud, de la  definición de una sombra que luego ha sido quebrada. En este momento se ha configurado otra sombra informe, lo que signa la indefinición de la vida. No es posible quedarse en el congelamiento de la quietud.

En la última estrofa se signa la eternidad que logra otorgar a la poesía. Se advierte la sugerencia de que más que palabras hay imagen porque lo importante es lo que se configura. Las palabras se consolidan en un material que se debe saber tratar para componer la imagen. También sirven como un medio para eternizar una porción de realidad.  En cuanto a las ramas, determinan lo relativo. Ellas están, pero no siempre iguales. En este caso construyen las ramas-sombras detenidas en la proyección del muro y guardadas en el encadenamiento de palabras. Es decir las palabras quedan definidas como un cofre que guarda las imágenes que pueden quedar del mundo en determinado momento. 

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