A esta hora las chacras se quedan solitarias; pero, de vez en
vez, sobresalen de entre hojas, las cabezas negras
de los ladrones.
Andando por
algún camino, surgen de pronto, los gallos sal-
vajes y están allí, de pie en el aire – la una en
corva, la negra cresta
llameante-, están allí de pie, escudriñando,
escuchando.
Y antiguas
voces, clamores increíbles, vuelven a contar, a anun-
ciar sucesos ya remotos, viejas bodas, viejos
funerales.
Y la luna,
quieta, traicionera, en su cueva de membrillos.
Obra: Los papeles salvajes, aparte: Historial de las margaritas.
Fuente del cuadro: http://www.taller54.com/maxchagal.htm