domingo, 27 de febrero de 2011

Análisis crítico poema Gatos


La escena se abre con los tres gatos cantando. La poeta comienza a tejer relaciones entre la escena y el significado de las palabras. De acuerdo con el contexto, la palabra mullido –que significa material blando con el que se rellenan los colchones – cobra el significado de maullido. Vitale continúa jugando con el sonido,  aparece cierta afinidad sonora entre tras y tres. Además, en el siguiente verso prevalece la reiteración de la s. A lo anterior se le agrega la presencia de la rima abrazada. Cabe anotar que este poema en conjunto conforma un soneto lo que indica la preocupación de la poeta por guardar una simetría no sólo por la forma como se presenta el poema, sino que también la complementa con el equilibrio del sonido, aun se trata de una música del sentido.
Por otro lado, continuando con la interpretación de la escena, se encuentra que en los dos primeros versos aparece un cierto tono sacrílego al nombrar la palabra trisagio. Se trata de tres personajes unidos para  dar rienda suelta a sus travesuras, a la picardía; desean presentar su espectáculo.
El cuarto y quinto verso continúan desarrollando la travesura, que ahora comienza a cobrar forma de baile. Al leer la estrofa en conjunto se encuentra que los gatos han aparecido como objeto de contemplación, se les ha elevado al estatus de artistas. Ahora son guerreros de las alturas. Se han convertido  en los mosqueteros de las acrobacias. Se da lugar a un extrañamiento fenomenológico que permite resignificar un evento cotidiano, el salto de unos felinos en el tejado. Poco a poco se va forjando una aventura. Cabe destacar que los gatos han sido elevados al estado de mosqueteros gracias a que guardan cierta sofisticación y tienen una estrategia de movimiento que convierte a las partes del grupo en un todo.
Cuando se pasa a la segunda estrofa se advierte que hay un encabalgamiento con la anterior. Se mantiene la rima abrazada, lo cual permite la unión de ambas escenas y el establecimiento de  la linealidad. La segunda estrofa da cuenta de la fusión entre la observación y lo observado, el espectador se funde con los gatos. El número uno aquí aparece como la red de lo múltiple. Además, el hecho de que el poema apele a la unión da a entender que busca que el lector se concentre, lo llama a detenerse en la imagen en movimiento que se está gestando.
Por otro lado, los dos primeros versos de esta estrofa son una crítica a la tendencia obsesiva de la gente por indagar todo el tiempo sobre los mismos problemas, lo cual le impide dar paso a otros pensamientos más fructíferos. Precisamente, frente a estos bloqueos se encuentra una invitación a salirse del monologo mental. Se trata de una ruptura con el yo, circunscrito a un egocentrismo.
La expresión “pensamientos ajenos” remite a la corriente de conciencia, puesto que son pensamientos que existen como parte de una cadena irracional. De este modo, se aboga por acallar el ruido mental, lo que permite tomar conciencia de lo que realmente está tratando de comunicar el alma. En este caso, el espíritu busca la manera de transmitir su afectación por la escena de los gatos. A partir de este momento se entra en una comunión con el espectáculo presentado a través del parentesco entre las palabras gatos y gratos, se genera un efecto de reverberación. La poeta una vez que apela a la atención del lector también enriquece la imagen y genera lo irónico, que reitera la picardía.
La tercera estrofa sumerge al lector en un viaje espiritual, subsume lo visual fenomenológico en lo sublime, pero lo  efectúa por pasos; cada gato representa un estadio, como si se tratara de la trinidad. En este punto se podría decir que las dos primeras estrofas han sido la preparación del alma y los sentidos para la meditación. Se ha invitado al lector a cobrar conciencia de lo terreno.
Para inducir un estado de trance los gatos se han valido de su danza, que incluso ha dado paso a la alteridad. El primer gato es el principio de desnudez corpórea, de ahí que el espectador todavía no acceda a lo divino. El segundo gato invita a la serenidad de la mente y a la inserción en lo sublime, induce a la sonrisa porque ha logrado conmover el alma.
La cuarta y última estrofa se refiere a la resignificación de lo cotidiano y del pensamiento, así ,  el tercer gato conduce a la hiperlucidez con la cual el espectador ha devenido gato y, más que eso, universo gracias a que ha alcanzado un total despojamiento del yo, circunscrito ahora en un nosotros –en el todo–. El lector ha adquirido un nuevo conocimiento a través de la imagen.
Por otra parte, esta estrofa se torna hermética en el sentido de que da cuenta de una experiencia y a la vez una conclusión del alma que no necesita ser coherente, ya que obedece a un lenguaje primitivo, intuitivo; de ahí también que el lector logre devenir gato. El poema cierra con una pregunta que revela la preocupación por la  velocidad y la fugacidad con que se mueve el hombre en los tiempos actuales. Se trata de una preocupación por el desinterés  por la contemplación y en consecuencia por la interacción con el cosmos en su totalidad.

Gatos


Como tras los mullidos ves tres gatos
a su trisagio erótico ceñidos
saltar por los tejados aguerridos
como otros d´Artagnan, Portos y Athos.

Pasas a depender, no de insensatos
pensamientos ajenos repetidos
ni de tu larga deuda de descuidos
sino del paso de los gatos gratos

El primero te quita de lo humano
sin llevarte por eso a lo divino;
el segundo te anima la sonrisa;

Con el tercero, piensas, de la mano,
más cabal, de la cola del felino;
¿a qué, no siendo humanos, tanta prisa?

Obra: "Reducción de lo infinito"