martes, 16 de febrero de 2010

Poema 20



Las margaritas abarcaron todo el jardín, primero, fueron como
un arroz dorado; luego , se abrían de verdad; eran como pájaros
deformes, circulares, de muchas alas en torno a una sola cabeza
de oro o de plata. Las margaritas doradas y plateadas quemaron
todo el jardín. Su penetrante perfume a uvas nos inundó, el pe-
entrante perfume a uvas, a higo, a miel , de las margaritas, que-
mó toda la casa. Por ellas, nos volvíamos audaces, como locos,
como ébrios. E íbamos a través de toda la noche, del alba, de la
mañana, por el día, cometiendo el más hermoso de los pecados,
sin cesar.

Obra: Los papeles salvajes, aparte: Historial de las violetas.

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