martes, 16 de febrero de 2010

Análisis crítico Poema 20:



En este poema se aprecia cómo la margarita se reposiciona como un maravilloso objeto de conocimiento, por eso hay detenimiento en su forma. Cada una de sus partes se convierte en un mundo por conocer. Se torna rizomática porque se abre hacia otras dimensiones cósmicas. Cada flor se configura como continua reproducción porque es un microcosmos que, en conjunto, invade al macrocosmos. Se ha trascendido la vana realidad y se ha llegado a la continua proliferación de dimensiones. Cabe anotar, que la abundancia de margaritas se relaciona con el pensamiento proliferante que caracteriza a la poeta.
En cuanto a la parte formal, se ve cómo se da paso a un juego con el lenguaje, en el sentido de que las margaritas han proliferado tanto que ahora son concebidas como fuego devora todo el espacio, lo tapan. Es decir, la palabra quemar en este caso no significa consumir, sino que ha dado cuenta de una invasión. Incluso se ha configurado un ambiente de embriaguez en donde se han desplegado los colores que han pintado a los seres con arbitrariedad. Hay, entonces, una apelación a los sentidos por parte de la poeta. Se han desajustado de tan manera que ahora las margaritas han perdido su olor y han comenzado a desprender otro que remite a lo frugal.
El lenguaje ha entrado en complicidad con el ambiente de embriaguez que se ha disparado, por eso ya no importa la correspondencia olor flor. El aroma desprendido por las margaritas ocasiona que el ambiente se comience a regir por lo báquico. DE este modo, la gente se comienza a liberar y empieza a actuar de manera deliberada. Se ha roto con la racionalidad y por tanto con lo normativo por lo que se ha accedido a la celebración del instinto, de los primitivo.

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